jueves, 22 de julio de 2010

LAPIDACIÓN

Por: Carlos Trujillo

Advertencia: no digan que estoy defendiendo los linchamientos populares pero se debe aclarar que tampoco son una muestra de la justicia indígena, y los que no saben ni conocen no deberían opinar sobre ello. Así mismo, en la justicia indígena las penas más corrientes son los latigazos, las ortigadas y los baños con agua al ambiente. Una pena más grave es la expulsión de la comunidad. Nuestras leyes no permiten los azotes, pero estos son impuestos por jueces, por ejemplo en Singapur, en el nuevo amigo Irán y en otros países más.
No puedo dejar de recordar lo que Gabriel García Márquez dice en “Del amor y de otros demonios” que los dioses africanos son menos hambrientos que el cristiano, pues los africanos se satisfacen con la sangre de gallos mientras al dios cristiano le ofrendaban en llamas de leña verde un hereje o excomulgado cada domingo.

Lapidación quiere decir dar muerte a pedradas. Y eso está en la ley iraní – y el Presidente Amahdinejab lo defiende como acto de soberanía – la palabra que está de moda – pero eso no es todo. Son en su mayoría mujeres las condenadas a esta muerte – los hombres son mucho menos y si logran huir están a salvo. A las mujeres se les entierra hasta el pecho y comienza el apedreamiento con “piedras no demasiado grandes que maten demasiado pronto ni tan pequeñas que no sean piedras”.
Los estudiosos dicen que Mahoma no ordenó la lapidación en el Corán – su libro sagrado – y Jesucristo la eliminó de la Ley de Moisés en su prédica del Evangelio.

Hay una campaña de difusión y protesta por la suerte de Sakineh, así condenada, mujer de 41 años, madre de dos adolescentes que la defienden, y viuda. Pero ella no es la única, al momento hay una lista, solo en Irán, de dieciocho mujeres y seis hombres. Los amigos y socios del Gobierno de Irán, si no del pueblo, deberían interponer sus buenos oficios. Si usted puede y quiere, proteste. cbtrujiIIos@hotmaiI.com

Esmeraldas, 2010.07.19

Carlos B. Trujillo, Lcdo. CC.EE.
Profesor Universitario Jubilado (UC y UTE)
C.C. 1 70022182-1

miércoles, 21 de julio de 2010

La limpieza del petróleo en el río Teaone quedó a medias


DIARIO EL COMERCIO
Redacción Esmeraldas
ecuador@elcomercio.com

Esmeraldas | miércoles 21/07/2010 Aún queda petróleo derramado en el río Teaone, de Esmeraldas, mientras los vecinos de la ribera intentan retomar sus actividades.
Ayer se cumplieron 10 días de la fuga de combustible desde una de los tanques de almacenamiento de la Refinería Esmeraldas.
El pasado 10 de julio se derramaron 1 300 barriles de petróleo sobre el río, donde están asentadas 1 000 familias.
Ramón García, morador del barrio La Propicia , mostraba ayer sus pies y piernas manchados de negro por el combustible.
Él ingresó al río para pescar lisas, con atarraya, pero todo intento fue en vano, y más bien quedó marcado por el petróleo. Estos peces que llegan desde el río Esmeraldas cuando sube la marea se retiran de manera esporádica.
El sitio donde se encontraba García es la desembocadura del río Teaone. Allí la semana anterior se concentraron las tareas de limpieza del crudo, dirigidas por la empresa estatal Petroecuador, que maneja la Refinería.
Sin embargo, el personal encargado de retirar los residuos ya no se encuentra allí. El lugar fue abandonado por la decena de trabajadores que llegó para recoger el petróleo. El olor a combustible es fuerte y las familias siguen soportando la contaminación.
Sobre las riberas del río, nuevamente se observan a niños y a niñas jugando en las orillas.
“Vea cómo todavía hay petróleo en el lodo y aquí en las orillas”, decía Ramón García, un albañil de 64 años, quien tiene a la pesca como su segunda actividad económica importante.
A pocos pasos está su casa. Mostraba el techo de la vivienda como evidencia de las secuelas que dejó otro derrame de combustible, el ocurrido en 1998.
En ese entonces no solo bajó el petróleo por el río Teaone, sino también fuego. Las llamas alcanzaron a casi 20 casas, según recuerda García. A la suya se le carbonizaron las tejas de zinc. No le pasó nada a él.
Pero por este incendio, el barrio La Propicia 1 demandó a Petroecuador y luego de dos apelaciones se ganó el juicio y la petrolera estatal debió indemnizar a esta comunidad por un monto de USD 11 000 000.
Como García, los moradores esperaban obras de regeneración urbana, que fomentarán fuentes de empleo.
“Decían que iban a remodelar las casas afectadas y a cambiar el barrio, pero eso nunca ocurrió, solo quedamos afectados y seguimos siendo pobres”.
Él teme que con el reciente derrame de petróleo ocurra algo similar. Y que su vida y la de su familia solo empeore.
La semana pasada, el Ministerio del Ambiente puso una multa de USD 48 000 a Petroecuador por el derrame del 10 de julio.
Además, el Superintendente de la Refinería fue removido de su cargo, por ser uno de los responsables del derrame.
Este Diario conoció que la comisión designada la semana pasada para investigar este desastre ya elaboró el informe, donde se determina a los responsables y las causas de la nueva contaminación. Las autoridades aún no revelan todo el contenido.

viernes, 16 de julio de 2010

Petroecuador fue multada por el derrame al río Teaone


DIARIO EL COMERCIO
Redacción Esmeraldas

El Ministerio del Ambiente sancionó a Petroecuador con una multa de 200 salarios básicos unificados, equivalentes a USD 48 000, por el derrame de combustible al río Teaone, ocurrido el pasado 10 de julio.
Según el informe firmado por la ministra Marcela Aguiñaga, la sanción se ampara en el artículo 80 de la Ley de Gestión Ambiental, que establece que se han incumplido normas técnicas ambientales y se contaminó al río.
Además, el superintendente de la Refinería Estatal Esmeraldas, Guillermo Estupiñán Ramón, fue removido del cargo la tarde del miércoles por este hecho.
Según el gerente general de Petroecuador, Manuel Zapater, también se designó una comisión técnica para investigar y determinar los nombres de otros funcionarios responsables de la fuga de 1 300 barriles de fuel oil. La comisión debe pronunciarse en ocho días.
“No solo se debe castigar como falta disciplinaria sino con sanciones penales”, dijo .
Además, la lista de los trabajadores de la Refinería que tienen responsabilidad directa en el derrame fue entregada ayer al fiscal de Delitos Ambientales, Iván Corozo. En total son 15 personas de las áreas de Coordinación de Operaciones, Generación de Vapor y Coordinación de Prevención y Contingencia de la Refinería Esmeraldas.
Este trámite es parte de la investigación penal iniciada el lunes anterior por el agente fiscal.
Corozo declaró ayer que remitirá inmediatamente los documentos a la Corte Provincial de Justicia para que mediante sorteo se designe a un Juez. A él se le pedirá que fije la fecha de audiencia para presentar las acusaciones contra los responsables.

Ya no hay cómo pescar en el Teaone

DIARIO EL COMERCIO
Redacción Esmeraldas
ecuador@elcomercio.com

Esmeraldas | viernes 16/07/2010 Los recuerdos de un río caudaloso y limpio de Luisa Estupiñán se remontan a sus 16 años de edad. Hoy tiene 45. Nació y aún vive en La Propicia 1, un barrio ubicado en la ribera del río Teaone, en la ciudad de Esmeraldas.

Ese afluente fue contaminado este 10 de julio por el derrame de 1300 barriles de combustible proveniente de la Refinería Estatal Esmeraldas.
Estupiñán y sus vecinos aseguran que no les sorprendió ver petróleo en el río, pero sí les preocupa la salud de sus familias, que por necesidad y costumbre siempre han utilizado esas aguas.

“Con muchachos de mi edad, pasábamos horas metidos en el río, de niños nos bañábamos en esas aguas claras. Esa fue nuestra distracción, especialmente, después de salir de la escuela”.

A ella le apena que su hijo, de 12 años, no lo pueda disfrutar. El uso del agua del Teaone le ha causado irritaciones en la piel. También recuerda que con su madre bajaban al río para lavar ropa y llenaban baldes del agua que les servía para cocinar y lavar los platos cuando faltaba la potable.

“El derrame de ahora, para nosotros, es uno más”, dice con gestos de hostigamiento Edi García. Es un padre de familia que sostiene su hogar entre las actividades de pesca y albañilería.

Dice que está acostumbrado a ver manchas aceitosas, espuma y otros químicos que bajan por el río y con frecuencia cambia el color del agua. García también vive en La Propicia y desde el domingo anterior es uno de los 25 jóvenes que limpia el río con sus manos, solo protegidas con guantes.

Una compañía contratista de la Refinería Esmeraldas los contactó para que retiraran el petróleo derramado. El pago ofrecido es de USD 10 por día.

García dice que actualmente está dispuesto a hacer cualquier actividad porque no tiene trabajo. La contaminación del río Teaone ha ido acabando con una de sus fuentes de alimentación y eventuales ingresos: la pesca.

“Ya no hay bagre, lisa ni los camarones que cogíamos hasta hace unos 10 años, aquí mismo donde estoy parado ahora, que es la desembocadura del río”.

Alipio Cheme, quien vive 1 kilómetro más arriba, dice que la contaminación en su zona no solo es en el agua sino en el aire y el suelo. Y asocia el deterioro de sus árboles de mango y guayaba, la infertilidad del suelo y hasta sus dolores de cabeza por la contaminación provocada por el petróleo.

Ese mal en Esmeraldas está presente desde 1974, cuando comenzó a funcionar la Refinería, con una capacidad para procesar 110 000 barriles por día. Se registra que han ocurrido seis derrames de consideración en los últimos dos años.

“A nosotros, la gente pobre, nada bueno nos ha traído esta refinería, solo desastres”.

En un barrio más próximo a las instalaciones de la Refinería, La Propicia 4, vive Liliana Valencia.

Es joven y por eso dice ha disfrutado poco del río Teaone, que lo tiene a pocos pasos de su casa. “Hasta hace unos dos años me bañaba a veces, pero dejé de hacerlo porque me daba comezón en la piel. Hasta me dolía la barriga”.

En ese sector, el olor a combustible es insoportable. En ello coinciden los vecinos de los barrios Codesa, Los Mangos y
La Propicia 2, que viven en las riberas. 1 000 familias están asentadas en las orillas de este río.

Los derrames de petróleo más importantes que se han producido en el río

26 de febrero de 1998
El derrame de gasolina desde las tuberías del poliducto ocasionó el más grande incendio ocurrido en la ciudad Esmeraldas. Hubo nueve muertos y 104 damnificados.

16 de noviembre 2009
Hubo una contaminación con hidrocarburos del área de llenado del área de Gas Licuado de Petróleo de Petrocomercial.

6 de febrero del 2010
Se produjo una fuga de aceites desde la Refinería de Esmeraldas. No se tomaron acciones ni remediación, y el combustible bajó por el río. Eso afectó a las poblaciones que viven en las riberas del Teaone.

31 de marzo del 2010
Una descarga de subproductos de petróleo, considerados livianos, fueron a parar al río Teaone. Esto ocurrió por la saturación de los colectores que recogen los residuos que salen de la refinería.

lunes, 12 de julio de 2010

El derrame afecta a 1 000 familias





Redacción Esmeraldas
ecuador@elcomercio.com
DIARIO EL COMERCIO


‘Ya no queda nada de lo que era el río, solo petróleo”, dice el vecino Alipio Cheme al observar al río Teaone desde una de sus orillas, donde hay petróleo esparcido por todos lados.

Cheme, de 30 años y habitante del barrio La Propicia 1 en la ciudad de Esmeraldas, cuenta que hace 10 años vivía de la pesca y se bañaba en el caudal junto con sus amigos. “Ya no hay tilapia, sábalo, lisa ni el bagre que llevábamos a nuestros hogares”, cuenta el joven, quien trabaja como obrero de la construcción.

El más reciente derrame de petróleo ocurrió el sábado anterior. 1 300 barriles de fuel oil se escaparon de dos tanques de abastecimiento de la Refinería de Esmeraldas y fueron a parar al río Teaone. Ayer, el combustible bajó hacia el río Esmeraldas.

El fuel oil también pasó por las riberas de río, donde está asentados otros barrios, como La Propicia 2 y 4, La Tolita 1, Tulipanes y La Concordia. En esos sitios viven cerca de 1 000 familias.

La mayor cantidad de petróleo se acumuló en la desembocadura del río, frente a La Propicia 1, en un tramo de 546 metros.

Allí se concentran las labores de limpieza. Técnicos de Petroecuador y la comunidad retiran el petróleo que se mezcló con la tierra, hierbas, plantas y el lodo. Se colocaron cuatro barreras para detener el flujo de la sustancia espesa y aceitosa, la cual es retirada en bolsas de plástico. Jóvenes voluntarios del lugar prestaron sus canoas para la tarea.

Ayer, el tercer día desde que ocurrió el derrame, el panorama era desolador. El caudal del río se ha reducido a una mínima cantidad, sus aguas se han tornado de color negro y en las orillas cientos de plantas han muerto.

Desde la entrada de su vivienda, con techo de zinc y plástico, Luis Chichande dice indignado: “El río está muerto y con él está muriendo también nuestra fuente de vida”.

Este agricultor, de 68 años, se dedica a la siembra de árboles frutales y de productos de ciclo corto, en un terreno a orillas del cauce. Su cosecha de mango, plátanos y guanábana no será igual este año. “Pocas frutas sirven para vender o consumir en casa. Estoy seguro que es porque el agua, el suelo y el aire están contaminados con el petróleo”.

Dice que el petróleo solo ha dejado perjuicios a su tierra. Está latente el recuerdo del incendio del 27 de febrero de 1997, causado por un derrame de gasolina en el río Teaone. La explosión dejó 9 muertos, 104 damnificados y 15 heridos de gravedad.

Los vecinos de los barrios La Propicia 1 y 4 han tomado precauciones. “Se nos advirtió que evitemos prender fuego y en tres días no hemos cocinado porque puede ocurrir un incendio”.

Por eso, las familias compran la comida preparada o van a comer donde sus familiares, en otros barrios. Hacen lo mismo para abastecerse de agua, porque llevan cuatro días sin agua potable, debido a la rehabilitación de una tubería. Llevan en camionetas los envases con agua que llenan en el Cuerpo de Bomberos.

Los funcionarios del Ministerio del Ambiente, del Municipio y de la Defensoría del Pueblo constataron los efectos del derrame. Omar Quintero, defensor del Pueblo en Esmeraldas, dijo que no es la primera vez que ocurre, pero jamás se ha sancionado a Petroecuador por ser estatal. Esta debe indemnizar a los moradores por quitarles su sustento de vida.


Punto de vista

Santiago García /Medio Ambiente

‘Es una negligencia y una falla humana’
Lo que ha ocurrido en el río Teaone es una negligencia. Es una falla técnica y humana que será sancionada como manda la legislación ambiental.

Además, hasta ahora no hemos recibido respuesta de la Refinería, que debió informarnos de lo ocurrido en un plazo de 24 horas. Por mi parte agotaré todas las instancias para que esta vez sí haya sanción y se aplique un plan de remediación del río Teaone, a largo plazo.


Las consecuencias
La capa de fuel oil. Es un residuo del petróleo. Es el combustible más pesado, es negro y se usa para mover motores.
Este combustible se degrada lentamente. En el agua puede estar incluso hasta seis meses con un plan de remediación.
Las especies afectadas. La nata de combustible impide el paso de oxígeno y esto causa la muerte de los peces.
Al se r un combustible pesado, se impregna en las rocas y riberas. De ahí es lo más difícil de quitar. Puede causar alteraciones.

1 300 barriles de crudo en el río Teaone


Redacción Esmeraldas
DIARIO EL COMERCIO

derrame | lunes 12/07/2010 Aún queda petróleo en el río Teaone, de Esmeraldas. El derrame ocurrido el sábado en la refinería estatal mantiene en estado deprimente a este caudal, que atraviesa por seis barrios de la ciudad.

En los sectores Tolita 1, Tulipanes, La Concordia y Las Propicias 1, 2 y 4, los vecinos están preocupados por la contaminación.

Luis Chichande, de 68 años y habitante de La Propicia 1, no dejaba de lamentar lo ocurrido. “Mueren peces, el agua no se podrá usar para nada y los árboles de los alrededores morirán lentamente”.

Lo dice porque ve que el petróleo ha marcado las orillas del río. Ayer, a cada lado del río se veía gruesas capas del hidrocarburo impregnadas entre las plantas.

Sin embargo, desde la Gerencia de Refinación de Petroecuador, mediante un comunicado, se informó que las afectaciones al río Teaone son menores.

Esto, a pesar de que se señala que la fuga de fuel oil es de 1 300 barriles y que ocurrió por el rebosamiento de los tanques Y-T2501/2, mientras eran abastecidos, la madrugada del sábado.

La falla técnica represó el crudo en el cubeto y ocasionó el posterior rebosamiento por el canal de descargas de la refinería, que llega directamente al río Teaone.

Ayer continuaban las labores de limpieza por parte de técnicos de Petroecuador, que contaron con la ayuda de los vecinos.

Se colocaron alrededor de 10 boyas absorbentes como barrera, pero esto no impedía el esparcimiento del hidrocarburo, que hasta el mediodía había avanzado casi 500 metros aguas abajo, muy cerca de la bocana del río que llega luego al océano.

Las autoridades del Ministerio del Medio Ambiente en Esmeraldas y de la Dirección de Gestión Ambiental del Municipio de Esmeraldas esperan que las autoridades de la Refinería presente las explicaciones.

Las autoridades locales anuncian sanciones para la petrolera por los constantes derrames.

Otro derrame de petróleo contaminó al río Teaone



Redacción Esmeraldas
DIARIO EL COMERCIO


Un derrame de petróleo afectó, otra vez, al río Teaone, en Esmeraldas. La descarga de crudo tuvo su origen en la Refinería Estatal.

“Era una capa gruesa y espesa que se fue disolviendo poco a poco hasta volverse más ligera”, comentó Jhoao Quintero, vecino del barrio Propicia 4.

A las 16:00 del sábado, el espejo de agua y las orillas del río continuaban cubiertos del hidrocarburo. En el sector se percibía un fuerte olor a combustible.

A esta hora misma, el Superintendente de Refinería, Guillermo Estupiñán recorría una de las zonas afectadas y al consultarle sobre lo ocurrido, se negó a dar declraciones.

Extraoficialmente se conoció que el derrame se originó en uno de los tanques de almacenamiento de crudo. El sistema de recolección de desechos también fue sobrepasado por el petróleo, que recorrió el canal de descargas hasta llegar al río Teaone.

“El plan de contingencia de la Refinería no se activó y tampoco se actuó a tiempo para detener el esparcimiento por el cauce del río, por eso ha ocurrido este desastre”, dijo Juan Montaño, director de Gestiòn Ambiental del Municipio de Esmeraldas.

Los barrios más afectados fueron La Tolita 1, Tulipanes, La Concordia y La Propicia 1, 2 y 4.

Un estudio del Ministerio del Ambiente determinó, en el 2008, que este río es uno de los más contaminados.